martes, 10 de marzo de 2009

B.A.


Ando bajoneada desde un par de semanas por un problema que ocurrio en mi familia... Anoche regresaba a mi casa en combi despues de otro tramite con este tema y la verdad me sentia muy triste y decepcionada en general de la vida y la gente....

De pronto, se bajo una mujer con una bebe que tenia una cara de felicidad completa; era una mezcla entre inocencia y alegria, parecia una bomba de ternura. Mientras se iba alejando la mujer, la nina seguia mirando al cobrador y no paraba de sonreir... El cobrador entonces empezo a mandarle saluditos y sonrisas también. Esta escena me conmovio mucho, las sonrisas intercambias, la ternura que se emanaba entre estos dos desconocidos totales con ninguna intencion mas que ser feliz, y por fin humanismo que pensaba que ya no existia.

Las sonrisas me contagiaron y empece a sonreir interiormente. Esta situacion tan sutil, tan breve pero tan profunda también me dejo con una sensacion de bienestar.

Justo despues pagué mi pasaje y este mismo cobrador me devolvio una china. Usualmente no me devuelven dinero, con mi cara, siempre me quieren cobrar hasta mas, pero esta vez fue el contrario. Me sorprendio y empece a pensar que ya que pensaba que este dinero estaba gastado lo iba a donar, no sabia como pero me parecia que eso es lo que debia hacer.

Bajando de la combi poco despues y caminando a casa, sentado en la acera, se encontraba un mendigo viejito. Pasé pensando en donarle el dinero pero no me parecia lo adecuado. En dos segundos me di la vuelta, crucé la calle y me fui a la bodega que justo estaba en frente del pobre hombre. Pedi un triple de pan interal y con verduras ya que alimenta mas, y a los 50 centavos para donar, anadi 2 soles para poder comprarlo.

Volvi a cruzar, y sin mas, tendi mi brazo diciendole al hombre "para usted Señor". Levanto los ojos y con una mirada similar a la bebe pero con ilusiones perdidas, me sonrio.

Pensandolo fue una cadena de detallitos que hizo que al final yo también contribuyera a poner un poco de alegria en el corazon de alguien. La felicidad y las sonrisas son contagiosas, y como no siempre es posible donar cosas, no nos olvidemos de sonreir porque con una sonrisa se puede mucho.

Yo, despues de que el hombre cogiera el triple, me fui directo, no esperaba nada en retorno, era mi Buena Accion del dia, mi B.A..

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